Mis recuerdos más preciados fueron demasiado efímeros como dura el tiempo en el que podemos observar un cometa pasar por el cielo, pero a mí me llego tanto al corazón, momentos que nunca se podrán recuperar, muy apreciados por mí; puedo volver a sentirlos al cerrar los ojos y pensar en ellos, los mismos sonidos la misma fragancia con una mezcla de movimiento y sentimiento interno, recuerdos buenos como también malos que definieron la persona que hoy en día soy.

-Nikkol Montesinos 

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