No sé si el sentir que mis manos ni mi cuerpo no son míos son el mejor sentimiento que tuve en mi vida, pero de algo de lo que me doy cuenta ahora con este malestar profundo clavado en mi pecho es de que nunca estuve sola siempre fui parte de algo que cada vez me consumía sin cesar, tengo un miedo que crece cada vez más, mis ojos tienen un terrible ardor y siento como si me saliera una sustancia que yacía dentro de mí con tono negro putrefacto con una viscosidad asquerosa, acaso solo me lo imagino yo, no lo sé, pero tengo miedo, y aún no sé a qué se debe mi temor no puedo dar ni un paso mis ojos no pueden parpadear y siento que mi cuerpo ya no me pertenece sino que nunca fue mío, quiero que esto termine, pero de alguna manera creo saber la respuesta que ronda en mi cabeza, debo de dejarme llevar, poco a poco todo desaparecerá y cuando cierre lentamente mis ojos nunca volveré a abrirlos, porque esto que me consume no puede ser vencido por nadie. -Nikkol Montesinos