Otra noche más sin poder dormir, las lágrimas en mis ojos no cesan, el dolor en mi pecho aumenta y mi almohada es la única testigo de mi dolor, una noche triste, una noche sin luces al rededor donde yo estoy sola, las palabras que salen de mi boca apenas pueden oírse mientras el viento se las lleva sin remordimiento, frases entre cortadas, gritos internos de desesperación; donde estás mi querido amor mientras yo estoy aquí muriendo lentamente por tu amor.
-Nikkol Montesinos 

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